Un jardín bonito, floreciente y abundante en verano está al alcance de todos los jardineros que saben tener en cuenta los diferentes elementos que lo componen y que aseguran su equilibrio. Fomentar la biodiversidad y respetar los ecosistemas del jardín es una garantía de éxito, limitando las limitaciones y las tareas de mantenimiento.

¡Es hora de cambiar nuestros hábitos para disfrutar plenamente de un jardín bonito y sano de forma natural!

Prevenir la aparición de plagas y enfermedades

En verano, el calor y la humedad favorecen el desarrollo de enfermedades y la proliferación de plagas. Hay que estar atentos para prevenir su aparición.

  • La observación de las plantas es importante para solucionar el problema en su origen y lo antes posible antes de que se desarrolle. Un jardinero atento y reactivo no se arriesgará a una invasión.
  • Corta y desecha las partes afectadas de las plantas. Nunca las dejes en el suelo para limitar el riesgo de contaminación, ni las arrojes al compost para no contaminarlo.
  • No regar el follaje de las plantas para limitar la propagación de las enfermedades criptogámicas (causadas por hongos).
  • Alimentar y regar bien las plantas para que no estén deficientes o, por el contrario, sobrealimentadas. Si sufren o crecen demasiado, serán más frágiles.
  • En el huerto y el jardín ornamental, los caracoles y las babosas son atraídos por el agua. Fomente la presencia de sus depredadores naturales, como los erizos, ciertos pájaros o las gallinas si tiene la suerte de tener un gallinero. Las babosas suelen alimentarse de material vegetal en descomposición. Si son demasiado numerosas, es un signo de desequilibrio en el jardín. Para mantenerlas alejadas de tus cultivos, reserva un lugar para los restos de varias plantas que se mantengan húmedos en un rincón del jardín.
  • Planta plantas amables, como los claveles y las rosas de caléndula, que mantienen alejados a muchos insectos. Utiliza la capuchina para desviar los pulgones de las judías o de las plantas ornamentales, piensa en el aceite de ricino que atrae las plagas de las solanáceas (patatas, tomates, berenjenas…) y las envenena.
  • Pulveriza las purinas de las plantas para prevenir las enfermedades criptogámicas y las plagas.

Fomentar los animales útiles en el jardín

Muchos animales que suelen ser cazados son, sin embargo, muy útiles en el huerto. Conservarlos ayuda a mantener un buen equilibrio entre los depredadores y las plagas que, de otro modo, pulularían por el jardín.

Los insectos polinizadores, los mamíferos (zorros, musarañas, murciélagos, erizos…), los insectos auxiliares, los anfibios, los reptiles y los pájaros tienen una función reguladora. Si se les fomenta, el jardín encuentra su equilibrio y requiere mucho menos tratamiento.

¿Cómo favorecer la presencia de animales útiles en el jardín?

  • En verano, riega y acolcha la tierra del huerto para preservar las lombrices de tierra que, de lo contrario, descienden a las capas profundas. Las lombrices son las jardineras del suelo, airean la tierra. Sus galerías mejoran la penetración del agua y los nutrientes en el suelo.
  • Crea elementos de agua, como un estanque, una charca o una simple fuente, para atraer a muchos animales beneficiosos al jardín de forma sostenible.
  • Utiliza setos compuestos para aprovechar el escalonamiento de la floración y dar cobijo a insectos polinizadores, pájaros y pequeños mamíferos, especialmente si los arbustos producen bayas.
  • Instala hoteles para insectos y cajas nido para pájaros, murciélagos y erizos.
  • Deja espacios en barbecho y crea muros de piedra seca que atraigan una fauna discreta y útil.
  • Si es necesario, introduce insectos auxiliares (crisopas, mariquitas, avispas parasitoides). Puedes encontrarlos en algunos centros de jardinería, pero también en muchas páginas web especializadas. Cuidado, las sueltas deben hacerse al principio de la infestación.
  • Respeta escrupulosamente las normas de utilización de los productos de biocontrol para no perjudicar a la fauna.

Plantas para atraer a los animales beneficiosos

Un espacio sin cultivar, aunque sea pequeño, permitirá que la biodiversidad crezca de forma natural y que aparezcan plantas que atraigan a muchos auxiliares de jardinería. Las plantas de la familia de las apiáceas (umbelíferas), como las zanahorias silvestres, atraen a los insectos polinizadores, pero también a las mariquitas, las avispas parásitas, las moscas voladoras y las crisopas. Todos estos insectos ayudan a luchar contra pulgones, trips, ácaros, orugas y larvas de todo tipo.

Las ortigas son muy valiosas porque son zonas de puesta de huevos para las mariposas y atraen a las mariquitas o a los cantáridos.

Conclusión: Un entorno respetado por el jardinero le devolverá el ciento por uno. Se obtendrán flores en abundancia, frutas y verduras sanas gracias a la contribución activa de todos los animales auxiliares del jardinero y teniendo en cuenta las buenas asociaciones de las plantas.

¡Esta jardinería natural que favorece la biodiversidad garantiza unas plantas más sanas que soportan mejor las condiciones climáticas del verano y las posibles ausencias por vacaciones!