No todas las plagas de las plantas son insectos: entre los organismos que atacan el huerto y el jardín también encontramos algunas especies de ácaros, artrópodos clasificados entre los arácnidos. El más conocido es la araña roja, que encontramos a menudo en el jardín de verano. 

La amenaza que conllevan estos diminutos invertebrados es que son difíciles de detectar. Al ser tan pequeños, es difícil distinguirlos a simple vista 

Descubrimos cómo reconocer los ataques de los ácaros y cuáles son las técnicas biológicas para prevenirlos y combatirlos. 

¿Qué son los ácaros? 

En la gran familia de los ácaros, encontramos varios artrópodos, entre los más conocidos podemos mencionar las garrapatas y los ácaros del polvo, que son especialmente temidos por las alergias que pueden provocar. 

Cuando se trata de la agricultura, se habla de los ácaros de las plantas que se alimentan de ellas y las dañan. Sin embargo, hay algunos ácaros que pueden ayudarnos en la defensa biológica de los cultivos. Son organismos útiles que pueden utilizarse contra los pulgones, los haliótidos y otros insectos indeseables. En este artículo nos ocupamos específicamente de los ácaros que provocan daños en las plantas hortícolas y frutales, pero es importante saber que existen ácaros útiles para poder buscar métodos de defensa que los respeten. 

Los ácaros fitófagos y los daños en las plantas 

Los ácaros fitófagos se alimentan de la savia de las plantas, que chupan picando con su mordedura. El más común es la araña roja, que afecta a casi todas las plantas de frutas y hortalizas. 

Estos pequeños artrópodos pueden reproducirse rápidamente, sobre todo en épocas de clima suave, por lo que pueden proliferar debilitando la planta. 

Los daños que ocasionan no se limitan a la succión de savia, sino que pueden ser portadores de enfermedades, con consecuencias realmente graves para las plantas afectadas. 

¿Cómo identificar y reconocer los ácaros? 

Al ser muy pequeños, los ácaros son difíciles de detectar, pero podemos notar los síntomas de sus ataques en las hojas. Las hojas afectadas suelen mostrar un color amarillento o decolorado; también pueden curvarse o arrugarse como reacción a las picaduras que sufren. Sólo con mucho cuidado o con una lupa podemos distinguir la presencia de estos organismos de apenas unos milímetros de tamaño. 

Algunos ácaros, como la araña roja, crean diminutas telas de araña que pueden verse en el envés de la hoja. 

¿Cómo prevenir los ácaros? 

Los ácaros de las plantas aparecen en climas cálidos y secos; de hecho, son una plaga típica del jardín en verano. Una forma de prevención puede ser regar a menudo, incluso rociando de humedad las hojas. Pero tengamos cuidado, porque la humedad en las hojas no siempre es una buena idea, ya que puede favorecer las enfermedades fúngicas. 

Podemos emplear preparados naturales de bricolaje, como el ajo y la ortiga, como repelentes. 

Las mariquitas son depredadores naturales de los ácaros; vale la pena fomentar su presencia.

¿Cómo eliminar los ácaros? 

Si encontramos ataques de ácaros, es importante intervenir cuanto antes, evitando que estos organismos proliferen y que su acción debilite considerablemente los cultivos. Cuando el ataque está localizado, se puede optar por eliminar las hojas afectadas. 

En la agricultura ecológica, existen diferentes insecticidas capaces de eliminar los ácaros: se puede utilizar azufre (prestando atención a la posible fitotoxicidad), o productos oleosos (jabón suave de potasio, aceite blanco, aceite de soja).