El ciclo vital de los mosquitos

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Algo que todos los mosquitos tienen en común es que las larvas están ligadas al agua.

Dependiendo de la especie, los huevos se depositan en la superficie del agua, o los huevos resistentes al calor y la sequedad se depositan en lugares donde posteriormente se acumula agua como consecuencia de inundaciones o lluvias. Algunas especies ponen sus huevos en agujeros de árboles o en pequeñas acumulaciones de agua, otras en zanjas, pequeños estanques o pozos negros, y otras en grandes llanuras aluviales. Las larvas salen de los huevos y, en la mayoría de las especies, cuelgan de la superficie del agua y respiran a través de un sifón en forma de esnórquel que tienen en el abdomen.

Los mosquitos de la malaria tienen larvas que cuelgan horizontalmente bajo la superficie del agua. Todas las larvas de mosquito respiran aire. Hay cuatro estadios larvarios que se alimentan de materia orgánica que filtran del agua con sus piezas bucales. La larva del cuarto estadio se transforma en la llamada pupa, un animal parecido a una coma que cuelga de la superficie del agua y respira aire a través de dos sifones en forma de esnórquel situados en el extremo anterior. Las pupas no comen, porque la larva se transforma en un insecto adulto, o imago, dentro de la pupa.

Sólo las hembras se alimentan de sangre, que necesitan para producir sus huevos. Normalmente lamen jugos de plantas dulces y néctar para satisfacer sus necesidades energéticas. Los mosquitos macho tienen una dieta exclusivamente vegetariana; sus mandíbulas no son aptas para picar. Los mosquitos macho se identifican por sus antenas tupidas. Debido a su estructura, el zumbido de las alas de la hembra las hace vibrar. Así es como los machos reconocen a sus compañeras.

Protégete de los mosquitos

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