Sorpréndete en la selva mexicana

Enterrado en el corazón de la selva mexicana, en el estado de Potosí, se encuentra este increíble jardín de 32 hectáreas que combina esculturas surrealistas de piedra, acantilados, piscinas naturales y otras maravillas. Creado entre 1962 y 1984 por el inglés Edward James, apasionado del arte surrealista, este lugar único le permitirá evadirse en la naturaleza como nunca antes lo había hecho.

Un jardín con estructuras surrealistas

Edward James, poeta millonario y excéntrico coleccionista de arte surrealista, fue durante mucho tiempo admirador de artistas como Dalí o Magritte. En un viaje a México, descubrió la selva tropical de las montañas mexicanas y decidió incorporarle una dimensión surrealista… ¡Un reto exitoso!

Con la ayuda de 150 personas, entre jardineros, carpinteros y albañiles, creó un lugar único que incorpora esculturas de estilo gótico y egipcio a la vegetación, fundiéndose con la dinámica de la selva. El resultado es asombroso: gigantescas palmeras de piedra, columnas de imitación de bambú que no soportan ningún techo, tortuosas escaleras que suben hasta 4 pisos y no llevan a ninguna parte, rampas suspendidas, pasarelas… Más allá de estas esculturas de hormigón, este insólito lugar también cuenta con cascadas y piscinas naturales, que inspiraron el nombre de este suntuoso lugar: «Las Pozas» (piscina natural en español).

Cabe preguntarse de dónde sacó la idea del cemento. Más allá de su amor por el surrealismo, había empezado centrándose en las plantas ornamentales, pero su obra fue destruida en 1962 por un desastre natural. Así que decidió recurrir a una forma de arte más permanente.

Las Pozas sigue abierta al público y ha sido adquirida por una fundación que ayuda a su conservación.

En 2009, la UNESCO la incluyó en su lista de Patrimonio de la Humanidad, y está ayudando a su renovación.