¿Tus plantas no crecen correctamente? ¿Las hojas están descoloridas? ¿Notas que hay pequeños insectos arrastrándose o volando alrededor de tus plantas? Entonces es posible que se trate de pulgones.

Este artículo explica todo lo que necesitas saber sobre los pulgones: qué son, cómo reconocerlos, tratarlos y evitar que vuelvan a dañar tus plantas. 

¿Qué son los pulgones? 

Los pulgones son insectos chupadores muy pequeños (menos de 4 mm) que succionan los nutrientes de tus plantas impidiendo su correcto crecimiento y amenazando todo tu jardín. Al hacerlo, se centran principalmente en chupar la savia de los nuevos brotes.  

Los pulgones se propagan muy rápidamente, ya que son muy móviles (algunos pueden volar).  

Además de chupar la savia de tus plantas, también pueden transmitir enfermedades de una planta a otra. Al mismo tiempo que toman la savia, también pueden tomar la enfermedad de la planta y llevarla de una planta a otra.  

En el interior, se reproducen mucho más rápido porque su reproducción no se detiene por el frío del invierno.  

Existen diferentes tipos de pulgones, y atacan a todo tipo de plantas, desde rosales, plantas de interior, árboles frutales…  

¿Cómo reconocer a los pulgones? 

Los pulgones pueden ser difíciles de detectar por su pequeño tamaño (de 2 a 4 mm). Existen en muchos colores diferentes (negro, gris, rosa, blanco), pero el más común es el verde claro (lo que los hace especialmente difíciles de encontrar en las plantas). Este insecto suele encontrarse alrededor de los tallos.  

Aunque encontrar a los pulgones puede ser complicado, si tu planta está atacada, mostrará signos como un crecimiento lento, los nuevos brotes están descoloridos, hojas rizadas…  

Otra particularidad de los pulgones es que crean una sustancia pegajosa que atrae a otros insectos como las hormigas, lo que puede ser una señal de la presencia de pulgones.  

¿Cómo tratar los pulgones? 

Si sólo se trata de una pequeña infestación, elimínelos a mano. 

Pulverizar la planta con un chorro fuerte puede desalojar a los pulgones, que se caerán y normalmente no encontrarán el camino de vuelta a la planta.  

Si la infestación es demasiado importante y los pulgones ya han debilitado determinadas ramas, la mejor solución es cortar esa rama (y los pulgones con ella). Quemar las ramas cortadas te ayudará a asegurarte de que los pulgones o los huevos no sigan viviendo en tu jardín y, por tanto, a reducir el riesgo de que ataquen a otra planta.  

Otro método natural para deshacerse de los pulgones es invitar a las mariquitas, ya que son enemigas de los pulgones y pueden depredar más de 15 pulgones cada una.

¿Cómo prevenir los pulgones? 

Tanto si se trata de enfermedades como de insectos o plagas, la prevención es siempre la clave. Mantener las plantas fuertes y sanas es importante, ya que podrán luchar mejor contra los pulgones, pero también porque los pulgones se dirigen sobre todo a plantas ya débiles.  

En el caso de un jardín exterior, a los pulgones les gusta almacenar sus huevos en las malas hierbas, así que deshierbe regularmente su jardín para limitar los riesgos de los pulgones.  

Preste atención al tipo de abono que utiliza en sus plantas, ya que un exceso de nitrógeno atrae a los pulgones.  

Por último, aunque los pulgones atacan a un gran número de plantas, hay algunos aromas producidos por las plantas que repelen a los pulgones. Algunos de ellos son la cebolla, el ajo, el cebollino, la hierba gatera y el cilantro. Por lo tanto, un método de prevención eficaz es plantar estos repelentes cerca de las plantas que tienen más probabilidades de ser atacadas.